De Kenjutsu a Muay Thai: mi camino hacia un entrenamiento multidisciplinario – Por Anna Viesca Sánchez

Mujer practicando Kenjutsu

En un mundo marcial cada vez más diverso, he aprendido que ser artista marcial en el siglo XXI implica algo más que dominar una sola disciplina. Mi nombre es Anna Viesca Sánchez, y a lo largo de mi vida me he formado en artes tan distintas como Kenjutsu, Karate, Kung Fu, Tae Kwon Do, Muay Thai y Box.
Ese recorrido me llevó a desarrollar un enfoque de entrenamiento híbrido que hoy comparto con mis alumnos, instituciones y colegas.

Mi propuesta no nació de una moda ni de un impulso improvisado. Surgió de años de estudio, de observar mi propio cuerpo, mi mente y mi manera de enfrentar el combate. El resultado es un sistema dinámico, funcional y profundamente humano que rompe con estructuras rígidas y abre las puertas a una práctica marcial más libre y consciente.


Entre la solemnidad del Kenjutsu y la intensidad del Muay Thai

Uno de los aspectos que más ha marcado mi identidad marcial es mi capacidad para moverme entre dos mundos que, a simple vista, parecen contradictorios:
la calma ceremonial del Kenjutsu y la energía explosiva del Muay Thai.

El Kenjutsu me enseñó precisión, presencia y control absoluto del movimiento; el Muay Thai me mostró la potencia impactante del cuerpo, la resistencia mental y física, y el ritmo agresivo del combate cercano.
Vivir en ambos extremos me permitió entender que mi identidad no depende de una sola disciplina, sino de la suma de todas.

Siempre digo que cada arte marcial aporta una pieza distinta del rompecabezas. Un verdadero artista marcial no colecciona técnicas: integra conocimiento.


El arte de combinar disciplinas

Mi método multidisciplinario no consiste en mezclar movimientos al azar. Lo que hago es construir conexiones basadas en principios universales:

  • economía del movimiento,
  • claridad mental,
  • eficiencia bajo presión,
  • coherencia entre técnica y emoción.

Así, en una misma sesión mis alumnos pueden pasar de un ejercicio de control corporal inspirado en Kenjutsu, a una combinación explosiva al estilo Muay Thai, y después a un trabajo de fluidez y coordinación proveniente del Kung Fu.
Esta variedad mantiene el entrenamiento vivo, adaptable y formativo.

Muchos expertos han señalado que esta propuesta responde a una necesidad actual: una práctica completa que trabaje cuerpo, mente y sensibilidad estratégica.


Mi forma de enseñar: leer al alumno, no imponer un estilo

Mi presencia en el tatami no se basa únicamente en mi dominio técnico, sino en mi manera de enseñar.
Creo profundamente que no existe un estilo superior: existe la persona que lo practica.

Por eso adapto cada entrenamiento a la necesidad real del alumno. Trabajo con personas que buscan:

  • autodefensa,
  • bienestar físico,
  • competencia,
  • equilibrio emocional.

Mi reto —y mi pasión— es saber qué disciplina necesita cada uno en cada momento y cómo integrarla sin perder coherencia.


Una filosofía técnica y humana

El éxito de mi sistema no está solo en su diversidad, sino en la filosofía que lo sostiene: un entrenamiento verdaderamente integral debe fortalecer tanto la mente como el cuerpo.

Cada disciplina aporta algo invaluable:

  • el Kenjutsu: enfoque y conciencia,
  • el Muay Thai: fuerza y resistencia,
  • el Karate: estructura,
  • el Box: lectura del oponente,
  • el Kung Fu: fluidez,
  • el Tae Kwon Do: explosión y timing.

Juntas, estas artes nutren al practicante y lo ayudan a descubrir capacidades que quizá no sabía que tenía.


Hacia una nueva identidad marcial mexicana

Vivo y enseño en un país donde las artes marciales están creciendo y transformándose. Creo que mi enfoque multidisciplinario representa una alternativa moderna para quienes buscan un entrenamiento más libre, más consciente y más versátil.

Cada vez más personas se acercan buscando una práctica que integre cuerpo, mente y expresión personal. Me alegra ver cómo este camino que inicié por curiosidad y pasión ahora inspira a otros.

No solo entreno disciplinas: las conecto, las transformo y las proyecto hacia el futuro.
Ese es mi aporte a la nueva generación marcial mexicana.